Petrus, 1998

La leyenda de Petrus forma parte de los sueños de todos los amantes del vino. Fiel reflejo de los suelos arcillosos de Pomerol, donde crecen las viejas cepas de Merlot y Cabernet Franc, y de un microclima excepcional, cada Petrus revela una concentración y profundidad poco conocida entre los tintos bordeleses. Las mejores añadas, además, cuentan con una boca untuosa y plena y una persistencia que se instala para siempre en la memoria. Petrus 1998 es un vino riquísimo que permite un consumo más inmediato que la media en este château. Un tinto elegante, amplio y regala un final larguísimo. A la altura de sus propia leyenda.